miércoles, 25 de noviembre de 2009

A ESTE LO JUNO


Muchas veces me confunden con otra persona. Esto me pasa desde hace bastante tiempo.
Me resulta incómodo sentir en la nuca la mirada inquisidora. Peor es cuando las viejas miran fijo en el bondi.
En el Pago Fácil, hay una cajera que siempre me pregunta "como anda eso" y como no se a que se refiere le digo que "eso anda como aquello".
Me gustaría saber con quien me confunde, pero por otro lado no quisiera horrorizarme con la comparación.
El otro día estaba en la cola de la caja del supermercado. Adelante había como cuatro personas pero la cajera cuando levanto la vista me hizo un gesto con la mano y se mandó una sonrisa de oreja a oreja. Lo raro es que la chica era nueva así que no se trataba de las empleadas habituales.
Delante de mi había una señora que sacaba cuentas, hablaba como cotorra y se la pasó dejando cosas al costado porque finalmente la caja era para diez productos.
La cajera me hacía gestitos como que había que tener paciencia.
Cuando me tocó el turno se deshizo en amabilidades, cosa muy rara siendo casi la hora de cierre del super.
No me dejó embolsar nada hasta que me pidio la tarjeta de promocion del super, una que se llama Discocurro: hay que gastar dos millones de dolares y te dan un vaso de vidrio.
Efectivamente la tarjeta la tenía encima asi que se la dí. El nombre del titular salta en la pantalla de la caja , y el nombre era el mio.
La cajera puso cara de disgusto , acababa de hacerse trizas su deseo de presidir el club de admiradores.
Enfadada por el chasco, no me dirigió mas la palabra, tuve que embolsar el resto de los productos, darle las monedas de cambio que había atesorado en el día, y atajar el vuelto en el aire.
Hoy le conté a Mentasti lo que me había pasado y me dijo que la próxima no sea boludo que le de la tarjeta y le diga que no es mía. Una pequeña mentira bien vale una sonrisa equivocada y moneditas para el bondi.

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