miércoles, 21 de octubre de 2009

NI FALA NI BELLA


Por raro designio del destino hoy tuve que ir a cambiar otra vez una prenda a la tienda de origen trasandino.
Como ya es habitual la simple tarea de cualquier lugar, aquí se torna en un verdadero desquicio.
La diferencia es que en esta oportunidad tenía el ticket de regalo, requisito indispensable para el cambio, pese a tener todos los demas talones de la tienda abrochados a la remera.
Hoy no me embroman, pensé. Así que primero me deslicé por entre los quichicientos percheros que interrumpen el libre transito hasta el segundo subsuelo, lugar de las prendas deportivas.
Con mis dones de detective, primero averigué cuánto salía la que llevaba y por ende busqué otra que sea del mismo valor, pero ya de otra marca y otro talle. Ya se sabe que cuando a uno le regalan una remera nunca la pegan con el talle, ni con el color.
Ahora si, habiendo resuelto el tema en veinte minutos - tres para elegir y dieciocho dando vueltas por las escaleras equivocadas y los percheros que osaban interrumpir el paso, fui a lo que llamo en confianza "Desatención al Cliente". Qué contrariedad, me indicaron que era en la planta baja, pero ya habían cerrado, asi que tuve que ir al primer piso. Como ningún cartel indica dónde queda, perdí otros diez minutos dando vueltas hasta descubrirlo en una esquina muy bien disimulado. Bueno eso creen, porque había una cola de veinte personas para hacer el trámite. Me llamó la atención la pasividad de la gente, para ellos eso era muy normal. Evidentemente el exaltado en estos casos soy yo solo. Igual no me importa.
Cuarenta minutos después se repitió la escena de siempre y que termina igual.
Yo:-Quiero cambiar esta remera, por una que es del mismo precio.
Empleada:- ¿Número de documento?.
Yo:-NO se lo voy a dar solo quiero cambiar la remera.
Empleada:-Lo necesito para la tarjeta.
Yo:-¿Qué tarjeta? Mire solo quiero cambiar la remera.
Empleada:- En esta tarjeta plástica magnética le cargo el importe del cambio para que vaya a hacer la cola en la caja . Si el importe es igual la tarjeta queda vacía, si es menor paga la diferencia , si le queda saldo es para que lo use en otra oprtunidad.
Yo:-No tengo intenciones de volver por favor quiero cambiar la remera. El número de documento no se lo doy porque no pienso comprar el edificio.
Empleada: -tras consultas varias- Su nombre señor.
YO:-Ni nombre ni documento, déjense de tanta vuelta cambio trapo por trapo y punto.
Empleada:-¿Puede firmar el ticket?
YO:-Primero el documento, después el nombre y ahora que le firme, pero ustedes estan borrachos? ¡YO solo quiero cambiar la remera!.
Empleada:- Necesito que firme el ticket.
YO:- Entonces lo firmo como quiero.
Y fue asi que me salí del sector Desatención al Cliente con un ticket sin firma y una tarjeta magnética.
Las cajas desbordaban de gente, así que empecé a recorrer los pisos hasta encontrar una mas o menos libre en el segundo subsuelo.
YO:- Señorita cambio por esta remera.
Empleada:- ¿Número de documento?.
Yo:- Mire señorita, ya me lo pidieron arriba y no lo di aca tampoco. ¡Es solo un cambio de remera!.
Empleada:-Nombre?
Yo:- Déjense de embromar!!!!. Quiero llevarme la remera!!!!! quiero la remera!!!!
Empleada:- Firme aquí.
Yo:- ¡Bueno le firmo como quiero! y me voy , entiende me quiero ir!!!!!!.(entonces con letras de imprenta: PINOCHET).
Agarré la bolsa y empece a correr.
La empleada me seguía.
-Señor, seeñooorrrr. ¡Se olvida la tarjeta magnética para su otra visita!
-¡Déjela! O mejor... ¡Métasela en la Caja!.

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