miércoles, 14 de diciembre de 2011

LA VIDA NO ES SOSA

Mi vieja vive a seiscientos kilómetros, en el pueblo en que nací. Entre otras costumbres tiene la de dar mi teléfono a quien se lo pida, sin darse cuenta de que lo tienen las personas que yo quiero. Un dia sonó el celular y del otro lado un tipo preguntó : “¿Usted es el Ricardo que hizo la instrucción en Punta Indio?”. “Ah si, la colimba , si” .
-Sabés quien te habla …. Nosecuanto Sosa ! Tu mamá me dio el número para darte la sorpresa !.
La verdad de que no me acordaba de ningún Nosecuanto Sosa, aunque para quedar bien le dije : “Pero tanto tiempo,¿ como estás?”
-Acá organizando la reunión para los que hicimos la colimba juntos. En noviembre vamos a hacer una gran fiesta en Speluzzi.
( Speluzzi: típico pueblo de la llanura pampeana, con pocos habitantes y varios eucaliptus).
- Ajá van a reunirse… ( acoté sin saber que mierda me estaba diciendo el tipo).
- Vamos a ser como cuatrocientos , todos con sus familias. Sabés quienes se acordaban mucho de vos González, Hernández y Pérez.
Como para no ser descortés porque no sabía quienes eran pregunté “ ¿Y que es de la vida de González? ”. A lo que Nosecuanto Sosa respondió : “ Se casó , tiene dos hijos y un nieto “
-Que bien che...y Hernández?
-Hernández, se casó también y es abuelo.
-Y Pérez, cómo anda?
-No sabías? Se casó y tiene dos hijos. Van a ir con la familia! Y te necesitamos para que animes la reunión ya que vos conocés a todos y sos locutor!

Pasaron varias semanas y vuelta a sonar el teléfono:
-Ricardo preparate que está todo en marcha .
-Quien habla?
-Nosecuanto Sosa.
- Sosita! Todo bien?.
Y Sosita embalado con los preparativos insistía en qué día de noviembre yo viajaba . “Sabés de donde te llamo? : De arriba de un poste, estamos haciendo un tendido eléctrico en Dorila “
( Dorila : típico pueblo de la llanura pampeana, con pocos habitantes y varios eucaliptus).
Llamadas los viernes, los lunes, los jueves….

Quince días después otro llamado, pero esta vez imaginando que estaba colgado del poste  le espeté un:
“ Sosita! Viejo y peludo nomas! De donde me llamás? “
-Desde la despensa. Te conté que tengo despensa? . La puse a todo trapo. Cuando no ando con la electricidad, despacho fiambre. Te acordás que era un vago? Ja, ahora ni me vas a reconocer!
-¡Quedate tranquilo que seguro no te voy a reconocer! Que capo sos Sosita!
- Y bueno te esperamos para noviembre?

Cinco días otra, llamado de larga distancia. Ya me imaginé que era el chabón detras de la fiambrera.
"Hola Don Sosa, a que estás cortando fiambre!.
-No... los domingos ando con el remis de mi suegro. El también viene a la reunión de los conscriptos! No te olvides que te estamos esperando!.


A esta altura del partido se hacía cada vez mas difícil zafar , pero si no fui nunca a la reunión del secundario con tipos que vi durante cinco años, ¡menos iba a ir a festejar el egreso de la conscripción con chabones que vi dos meses y hace un siglo! La verdad que encontrarme con seiscientos desconocidos, mas sus familias no me entraba en la cabeza . Pero lo que  me intimidaban era la extraordinaria memoria de ellos y mi amnesia sobre nombres, caras y anécdotas. Evidentemente la colimba para ellos había sido algo importante en sus vidas, además de casarse, tener hijos, nietos y hablar por teléfono desde un poste en Trilí ( Trilí: Típico pueblo de la llanura pampeana, con pocos habitantes y algunos eucaliptuos ).
“-Mirá se me está complicando ….pero no te preocupes que….”
(De prontó me acordé de un telegrama de lujo que envió un paisano a don Atahualpa Yupanqui, en ocasión de excusarse por no poder ir a un cumpleaños )
“….que si no puedo ir de cuerpo, voy a ir de espíritu”.