Cuando la realidad, supera a la ficción.Catarata de relatos breves. Nostalgia, disparate y acidez. Especial para lectores remolones.
martes, 18 de agosto de 2009
COLORIN COLORADO
Era en esos dias en que mi afición por la botánica no daba respiro. La primavera se acercaba y mi empecinamiento en logar una hermosa mata de flores en el jardín llegaba a la obsesión.
Debo aclarar que el páramo actual, hecha por tierra la teoría de que es muy dificil salir de las obsesiones.
Por aquellos dias, sin embargo, dibujaba en un papel las formas en que serían transplantadas las flores.
Las alegrías del hogar, fueron las plantas elegidas para la ocación. Raudamente enfilé para el vivero que está a dos cuadras de casa -el mismo que recorría minuciosamente todos los dias sin comprar nada-.
El dueño del lugar, obviamente ya sabía de mi cargosa presencia y se ofreció a seleccionar los ejemplares.
Para la ocasión el diseño ameritaba flores de color rosa.
-Mirá, las de este color se agotaron acá, hay mas en otro lugar? -pregunté-.
-Si, si ya te traigo.
Al ratito aparecio con hermosas macetitas de flores rojas.
-Mmmm , es que estoy buscando de este color -señalando las rosadas-
-Ahh si ya te traigo de esas.
Tras cartón me ofreció bellos ejemplares blancos
-NO me caches que no soy loza-dije medio cabrero-.
-¿Por que me decís?
-¡Porque estoy buscando rosadas y vos me traes rojas y blancas!.
-Claro...-se excusó- lo que pasa es que soy daltónico.
Desde entonces a las rosas las llamo rojas y a mi abuela, Margarita.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)